Gustavo Orduño lleva cerca de 20 años en la creación de gasneces y penachos para el carnaval de Huejotzingo.
Su trabajo como artesano comenzó hace más de 20 años, cuando en una participación para el carnaval, no le pareció la calidad de los penachos que había adquirido, por lo que en compañía de su padre, Jerry Orduño, se dieron a la tarea de crear su propio traje. Tanto ellos como amigos y familiares quedaron encantados con el resultado final, en ese instante había comenzado un negocio de familia. Los penachos comienzan con una base de fibra de vidrio que es moldeada con la forma tan característica del penacho; después se van cortando pedazos de tela con la forma del diseño que posteriormente será bordado con pedrería ; por último se van pegando uno a uno los tejidos en el mode.
La tarea no es sencilla, ya que algunos diseños llegan a ser laboriosos por las exigencias del cliente, sin embargo, en palabras de Orduño: "Lo más gratificante de mi trabajo es cuando mis clientes llegan y ven el resultado final, en su rostro se ve su alegría, eso me motiva a seguir brindándoles un trabajo de calidad". Su trabajo no solo es conocido entre los vecinos de la localidad de Huejotzingo, sino que ha llegado a importar su trabajo a Estados Unidos.
